Isla algodón

Bienvenidos a esta vuestra isla algodón, en ella quiero que vuestra luz no deje de iluminar mis días y mis noches, a cambio os cedo todo el amor de mi corazón y de mis pensamientos.

Bienvenidos a esta vuestra isla algodón, en ella quiero que vuestra luz no deje de iluminar mis días y mis noches, a cambio os cedo todo el amor de mi corazón y de mis pensamientos.

lunes, 19 de agosto de 2013

TAL VEZ

Tal vez buscabas planeta, 
pero yo no soy planeta, soy estrella
tal vez buscabas manantial, 
pero yo no soy manantial, soy mar
tal vez buscabas claridad,
pero yo no soy claridad, soy luz
tal vez buscabas melodía,
pero yo no soy melodía, soy canción
tal vez buscabas tranquilidad,
pero yo no soy tranquilidad, soy paz
tal vez buscabas felicidad,
pero yo no soy felicidad, soy amor
tal vez buscabas calor, 
pero yo no soy calor, soy fuego
tal vez buscabas miel,
pero yo no soy miel, soy panal
tal vez buscabas brisa,
pero yo no soy brisa, soy aire
tal vez buscabas presente, 
pero yo no soy presente, soy futuro
tal vez buscabas monte,
pero yo no soy monte, soy montaña
tal vez buscabas dulzor,
pero no soy dulzor, soy azúcar
tal vez buscabas,
pero yo no soy búsqueda, soy encuentro.


jueves, 1 de agosto de 2013

REINA DE MIL DOSCIENTOS

Si un día pierdo el estribo de tus dulces labios,
morada infinita de besos bandidos y robados,
contaré que de noche eras reina de mil doscientos sabios,
y de día, eras princesa de palacios encantados.

Soberbios engreídos pensando ser dueños de todo,
cuan equívocos vivíais sin saber que erais solo retales,
cuadernos de mariposas al vuelo de un solo periodo,
tú, canela y fuego mientras ellos arden en tus manantiales.

Maravillosa selva húmeda en el regazo de tus orillas ocultas,
cruce de cruces embebidas de señales y livianos lamentos,
reniego perder señorío por apagar voces incultas.

Madre tierra santa siento el roce fino de tus vientos, 
de mirada neonata de vientres y consultas,
cayendo despacio en sueños de reina de mil doscientos.



EL ECO DE TU NOMBRE

Si hoy tu boca fuera mía,
ya no habrían primaveras perdidas,
solos mis ojos y tus osadías,
gran ritual de amor sin anomalía.

Sueño con ser pintor de plazuela,
para encontrar el color de tu sonrisa,
aunque la distancia viaje deprisa,
ama hasta que te duela.

Siembra de pan en tu corazón,
mostrando camino exacto,
brazada y locura hasta la tenazón.

Busco entre la muchedumbre,
tambor que redoble mi llanto,
ya que hoy solo queda, el eco de tu nombre.