TAL VEZ

Tal vez buscabas planeta, 
pero yo no soy planeta, soy estrella
tal vez buscabas manantial, 
pero yo no soy manantial, soy mar
tal vez buscabas claridad,
pero yo no soy claridad, soy luz
tal vez buscabas melodía,
pero yo no soy melodía, soy canción
tal vez buscabas tranquilidad,
pero yo no soy tranquilidad, soy paz
tal vez buscabas felicidad,
pero yo no soy felicidad, soy amor
tal vez buscabas calor, 
pero yo no soy calor, soy fuego
tal vez buscabas miel,
pero yo no soy miel, soy panal
tal vez buscabas brisa,
pero yo no soy brisa, soy aire
tal vez buscabas presente, 
pero yo no soy presente, soy futuro
tal vez buscabas monte,
pero yo no soy monte, soy montaña
tal vez buscabas dulzor,
pero no soy dulzor, soy azúcar
tal vez buscabas,
pero yo no soy búsqueda, soy encuentro.

REINA DE MIL DOSCIENTOS

Si un día pierdo el estribo de tus dulces labios,
morada infinita de besos bandidos y robados,
contaré que de noche eras reina de mil doscientos sabios,
y de día, eras princesa de palacios encantados.

Soberbios engreídos pensando ser dueños de todo,
cuan equívocos vivíais sin saber que erais solo retales,
cuadernos de mariposas al vuelo de un solo periodo,
tú, canela y fuego mientras ellos arden en tus manantiales.

Maravillosa selva húmeda en el regazo de tus orillas ocultas,
cruce de cruces embebidas de señales y livianos lamentos,
reniego perder señorío por apagar voces incultas.

Madre tierra santa siento el roce fino de tus vientos, 
de mirada neonata de vientres y consultas,
cayendo despacio en sueños de reina de mil doscientos.

EL ECO DE TU NOMBRE

Si hoy tu boca fuera mía,
ya no habrían primaveras perdidas,
solos mis ojos y tus osadías,
gran ritual de amor sin anomalía.

Sueño con ser pintor de plazuela,
para encontrar el color de tu sonrisa,
aunque la distancia viaje deprisa,
ama hasta que te duela.

Siembra de pan en tu corazón,
mostrando camino exacto,
brazada y locura hasta la tenazón.

Busco entre la muchedumbre,
tambor que redoble mi llanto,
ya que hoy solo queda, el eco de tu nombre.

ARCO DE PONIENTE

Blanca cala llegas pintando mis labios sabor de ti,
semillas de esperanza se desperezan al revivir nuevamente,
de sobra fueron creadas en bello arco de poniente,
canta mi vieja escoba, tu música sabes que nunca abatí.

Suena la bella orquesta barítona de tu cama,
cuando queda inundada de miradas, vírgulas e inocencias,
ríos de savia en tus venas llevan a grande esas licencias,
búho de vida sigue oteando el mundo desde mi alma.

Arcas llenas de sonidos esdrújulos de historias impropias,
dando calor a pensamientos puros y llanos,
lleno es mi mundo de matices, rumbos y utopías.

Si algún día tus ojos moran en este escrito valiente,
mi mejor consejo es beberlo con candela y sorbilento,  
pues vino con el viento una bella tarde en arco de poniente.

REFLEJO

Alma enroscada en el reflejo de un viento,
trayendo besos en cada noche esquiva,
perlas en pecho de luciérnagas cautivas,
llena de veneno mi boca si hoy te miento.

Si callo hoy, no soñarás conmigo,
a otra orilla habrás de arribar,
si perfectas nubes de huracán has de libar,
las cuatro esquinas del mundo serán mi castigo.

Sumergido en un soplo de sueños sin guia,
perfumes de indias caen sin cesar,
cuanta paz cabe entre tú y mi abadía.

Planta un sueño en ese tu pensar,
cien jardineros de ti pedirán clemencia
por mirar a tus ojos y a tu bello embelesar.

TU ORILLA

Seguí el ritmo del amor hasta la nota exacta,
escalando tu mirada llegué a esas tus puertas,
pasillos de amargura quedaron atrás de huertas,
con cincel en mano marqué en tu alma compacta.

No destruyas lo que la vida parió, 
con rasguños de pasados traje este corazón,
hasta la orilla de tus manos y sin desazón,
de entre esfuerzos y lazos al fin nació.

Ambos dos enrolados en velero con rumbo norte,
desplegando velas de sueños y mareas,
tú patrón de la vida, yo grumete de buen porte.

No solo será una sino dos, aquí está la pista,
siempre juntos del uno al otro confín,
navegando hasta oírte gritar: felicidad a la vista.

MAESTRO DE BESOS

Me gusta conversar contigo en el idioma de los besos,
oír los poemas de tu aliento que surgen como brisas del corazón,
compartir un roce alado de tus labios con pasión y sin razón,
es miel en panal bendecida en mundos de bosques traviesos.

Desnudo mi alma frente al espejo cercano de tu mirada,
creando de ese océano miles de senderos de certezas y moras,
nace hoy un nuevo día con la luz de renovadas esporas,
de nuevo mi velero surca al ritmo de la vida ansiada.

Caminan mi pies hasta rozar la arena blanca de tu felicidad,
con manos de artesano acaricio tu piel desbocada de pasión,
cierro los ojos y empiezo a volar desde el norte hasta la hilaridad.

Oigo preguntas sobre la latitud y la longitud de tus besos,
solo aquel que aprendió este idioma contigo sabe de la respuesta,
viene ya la música al sur de este poema, llegaron tiempos de recesos.

A MI PADRE

Dios de pelo cano diste luz en mundos apagados,
antorchas de vida mezclada con otro elixir,
ingenuos todos quienes soñaban fácil tu vivir,
por tesón hasta ti llegaron tus tres ángeles alados.

Creció deprisa tu alma con fuerza ganadora,
en tus manos siempre la vida en cuarto creciente,
amigos mil adorando tu cantar resplandeciente,
con palabra certera nunca de fiera demoledora.

En vida fuiste hijo, amigo, esposo, padre y hasta abuelo,
cuan corto fue el paso para tan gran guerrero,
un solo sorbo agotó el sabor de tu sol de caramelo.

Sonríe pues nunca tu esencia quedó en cuba de vidriero,
dos estrellas tuyas mantienen vivo el acero,
allá donde cantes padre, no olvides nunca que te quiero.

ROSA AZUL CIELO

Cuanto pesa un beso recién nacido de tus labios,
si tu mirada es lo mas grande que nunca he conocido,
ni la fiereza del sol empaña tanto brillo y sonido,
responde dama, antes de que beses el adiós.

Regalo de corazón, una rosa especial te haré llegar,
nacida de hermanas de puro blanco amor,
una entre todas ha de ser, la que levante clamor,
quien será quien, te hará bella a rabiar. 

Cálido sol de mañana pones abrigo a la noche,
voz al rocío y color al cielo divino,
al fin siento océanos de savia sellados con tu broche.

Blanco y verde de tu primer baile quedó ya en baúl,
confiesa quien te dio todo lo que hoy tienes,
si confieso, un beso del cielo me dio mi color, soy tu rosa...tu rosa azul cielo.